Las voces del Coronavirus en HEP
Conozca los testimonios de funcionarios del establecimiento que se contagiaron con Covid-19, como vivieron esta experiencia y que enseñanza les dejó todo este proceso.
Esta pandemia mundial nos ha afectado a todos, en especial al área de la salud. A diario, enfermeras, tens, médicos, auxiliares de servicios y administrativos, se vieron enfrentados a situaciones extremas de mucha angustia y presión. Conozca el testimonio de algunos funcionarios del Hospital Eduardo Pereira, verdaderos “héroes anónimos” que, sin capa, se enfrentaron al temible Coronavirus, y lo superaron.
Estefani Teresa Valenzuela Garrido es una tens porteña de 23 años que trabaja en el Servicio de Pensionado de HEP. Comenzó teniendo síntomas como fiebre, tos seca, cansancio, para ella fue sólo una gripe común. Posteriormente, se realizó el examen preventivo y 5 días después resultó positiva. Esto ocurrió en el periodo comprendido entre el 30 de abril y 5 de mayo.
“Lo primero fue avisarle a mis padres. Estaban complicados, se hicieron el examen y afortunadamente, ninguno resultó positivo. Me aislé, con cubiertos, pieza, todo aparte, absolutamente aislada. En ese tiempo tuve dos visitas del personal de la Seremi de Salud quienes iban a realizar control sanitario a mi hogar”, afirmó al ser consultada por como tomó la noticia del contagio.
Consultada en como resolvió su regreso al trabajo la tens explicó que, “me hice un examen y volvió a salir positivo, tuve que esperar más tiempo. El 20 de mayo, cuando salí negativa, fue realmente un gran alivio. En cuanto al Hospital siempre hubo preocupación por parte de mi supervisora y del psicólogo, lo cual se agradece enormemente”.
Al ser consultada por una reflexión final para sus colegas Estefani dijo que, “hay que cuidarse mucho, demasiado. No es un juego, hay que protegerse y ser responsable siempre”.
Guillermo Guzmán Díaz tiene 45 años, es sureño (oriundo de Curanilahue, región del Biobio), separado, padre de 2 hijos y fanático del club Huachipato. Trabaja como administrativo en la Unidad de Abastecimiento de nuestro Hospital. Se encontraba en modalidad de teletrabajo hasta que el jueves 30 de abril, de regreso en el Hospital, se fue con mucho dolor de cabeza y malestar a su casa. Ya para el viernes 1 de mayo los dolores musculares fueron mayores, entonces se acercó al establecimiento para realizarse la PCR, resultando positivo.
Así fue como Guillermo reaccionó al resultado, “el día que me hice la PCR, llamé a una prima del sur, que es enfermera, para avisarle sobre los síntomas, me recomendó gárgaras de agua y sal para tratar de eliminar el virus. Cuando me dieron el resultado positivo, el miércoles 6 de mayo, decidí aislarme, apagar la TV y sólo escuchar música. Soy del sur, por ende las rancheras me gustan porque son muy alegres, así que las escuchaba todos los días”.
Hubo momentos de introspección y reflexión durante el aislamiento. “Lo más difícil es afrontar esto solo. Luego dejé de fumar y comencé a comer, he subido de peso. Perder el olfato y el gusto también es de lo más incómodo que tuve que pasar en este tiempo. Es difícil, pero se pudo superar. Las enfermeras Susana Guerra y Paola Echeverría (IAAS), siempre estuvieron preocupadas de mí, me llamaban y me daban orientaciones”.
Guillermo nos deja una importante reflexión, “creo que hay que ser positivo, hay que darse ánimo siempre. Si no te ayudas tú mismo nadie lo hará por ti”.
Tamara Constanza Herrera Carimán, es una enfermera de 34 años oriunda de la ciudad de Temuco. Es casada y tiene un hijo de 5 años. Trabaja en la unidad de IAAS de HEP.
Tamara así relató el cómo vivió esos momentos. “Me contagié la semana del 16 de mayo. Nosotras trabajamos en la oficina de IAAS del Hospital junto al Dr. Muñoz, infectólogo que lamentablemente contrajo el Covid-19. Ese fin de semana vinimos a trabajar con Paola Echeverría, y ese día informaron que el doctor estaba positivo. Inmediatamente nos hicimos el examen y resulté positiva”.
Al ser consultada como tomó el resultado, Tamara señaló que, “Estaba tranquila, no me desesperé. Al trabajar en el área de salud, uno se hace susceptible a este tipo de situaciones. Había conversado anteriormente con mi familia y les había explicado acerca de las posibilidades de enfermarse”.
Finalmente, la enfermera de IAAS aconsejó, “mantener las medidas de prevención. Yo siempre pensé que porque no fumo y soy sana nunca me iba a dar, pero no fue así, todos podemos contagiarnos en algún momento. Aconsejo tenerle respeto al virus, a no confiarse y cuidarse siempre ante cualquier tipo de eventualidad”.
Gabriela Lopez Henríquez, es una médico de 28 años, oriunda de Concón, tiene un hijo y vivía hasta hace poco con sus padres. Es becada de Cirugía de la Universidad de Valparaíso, trabaja en Cirugía de HEP.
Gabriela recuerda cómo se contagió, “Me enviaron a cuarentena preventiva por contacto directo con paciente Covid. Un par de días me sentí mal y decidí tomarse la PCR, resultando positiva”.
“Partí con fiebre, dolor de cabeza y garganta y después se agregó tos y dolor muscular. Esto fue el 3 de mayo. Fue complicado, tuve dificultad para respirar. Me fui a la clínica y me diagnosticaron neumonía, estuve hospitalizada 4 días”, comentó la doctora López cuando fue consultada por los síntomas que se le detectaron.
Gabriela reflexionó sobre el proceso de vivir con Coronavirus. “Uno se siente un poco culpable por haberse contagiado, por quizás haber contagiado a otros pacientes en el proceso en que uno está portando el virus. Lo más complicado es sentirse inútil cuando se está en cuarentena. Estuve 14 días aislada, en el Hospital me hicieron los exámenes y estuve mucho tiempo con PCR positiva. Me dieron el alta recién el 7 de junio”.
La doctora recuerda un antecedente previo que puede haber sido clave en su contagio. “Estuve de vacaciones en México en marzo y cuando volví a principios de abril me fui a vivir sola para no contagiar a mi familia. Estuve casi 2 meses sin ver a mi hijo y a mis papás, eso fue sin duda lo más difícil de todo este proceso”.
Finalmente, la becada de cirugía de la U. de Valparaíso reflexionó, “todos tenemos que cuidarnos. Hay que estar atento a los síntomas, cuidarse al máximo. No hay que escatimar en ningún tipo de medidas de prevención”.
Con estos testimonios, dejamos en claro el compromiso de los funcionarios del Hospital Eduardo Pereira, un establecimiento humano y centrado en el bienestar de todos sus funcionarios. Cada una de estas historias nos demuestra como la fortaleza y entrega de las personas por salir adelante es más poderoso que el temible virus que ha sacudido al mundo.