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16 de Marzo de 2021

En pandemia, los derechos de los pacientes se han debido adaptar temporalmente por su propia seguridad y de sus familias

Durante la pandemia, varios aspectos de la vida cotidiana se han alterado y muchos se han tenido que adaptar a la realidad sanitaria, entre ellos el quehacer clínico y en particular ciertos derechos de los pacientes, como el de recibir visitas y acompañamiento en caso de enfermos hospitalizados. Por su seguridad, la de sus familias y la de los funcionarios de los centros asistenciales, éstas continurán restringidas mientras dure la pandemia.

Así lo explicó en detalle el asesor jurídico del hospital Dr. Eduardo Pereira Ramírez de Valparaíso, Alejandro García Espinoza, quien se explayó sobre el tema en el programa “Haciendo Salud” emitido a través de radio Portales de Valparaíso (89.5 FM).

En la ocasión, el abogado abordó los dos derechos más recurridos por los usuarios: señaló que tanto aceptar o rechazar cualquier tratamiento médico y pedir el alta voluntaria, como recibir visitas, compañías y asistencia espiritual cuando alguien está hospitalizado (a), son los derechos más conocidos y demandados por la comunidad, dentro de lo que especifica la Ley N°20.584  (detalle en: https://www.minsal.cl/derechos-y-deberes-de-los-pacientes/).

“Esto está muy vinculado a lo que dice relación a la autonomía de la voluntad, al derecho de cada individuo a tomar cierto tipo de decisiones en el ámbito clínico”, explicó Alejandro García. Agregó que aunque debería primar el derecho que tiene una persona a decidir por sí mismo, “en algunos casos esto puede ser limitado, como por ejemplo, cuando producto de aquella decisión del paciente, se logra pesquisar que éste está intentando atentar contra su propia integridad. Vale decir, cometer eutanasia que no está permitida en nuestro país”.

Otra excepción de limitación de este derecho, “son aquellos casos que dicen relación con la seguridad de la salud pública, con algún paciente que tenga una enfermedad altamente transmisible y que no se quiera someter al tratamiento. En ese caso, se le puede retener y lo puedo obligar a que se someta al tratamiento, por resguardo de la comunidad”.

Por su parte, la subdirectora Médica del HEP confirmó que los tratamientos “son decisión del paciente y no de su familia. Si el paciente decide algo, en consciencia, yo no tengo derecho a contravenirlo”.

Hay casos en que se entremezclan situaciones y colisionan derechos, por ejemplo, la protección de menores de edad, el resguardo de la salud pública y respeto de creencias religiosas, precisó el asesor legal del HEP.  “Los tribunales de justicia en nuestro país han indicado que lo que prima es el derecho a la vida por sobre los demás derechos. Entonces no pudiéramos nosotros como hospital, en virtud de permitir que se desarrolle libremente el derecho a practicar su religión, dejar que una persona muera, por ejemplo”.

EN PANDEMIA NO HAY VISITAS

En cuanto al derecho a recibir visitas, compañías y asistencia espiritual que tienen los hospitalizados, el abogado manifestó que en tiempos de pandemia se ha debido restringir en todos los hospitales y centros asistenciales del país. “Esta no es una medida antojadiza y los familiares lo deben entender, pues se ha dispuesto para resguardar al paciente y a toda la comunidad hospitalaria de contagios, por seguridad”.

La doctora Mónica Cevallos sostuvo que justamente con el afán de humanizar la atención en los hospitales, “durante los últimos años se había facilitado la visita de la familia al paciente hospitalizado, como parte del proceso de tratamiento que tiene a varios involucrados que apoyan, dan comida y brindan apoyo emocional, pero con motivo de la pandemia, estas visitas han tenido que suspenderse y esperamos que eso se comprenda”.

Acotó que “es algo extremadamente complejo porque por seguridad, tenemos que evitar el hacinamiento, el contacto personal estrecho y otras medidas de precaución; sabemos que difícil no tener contacto físico con un paciente que está hospitalizado, pero el contagio es muy alto y por eso somos muy estrictos en mantener las restricciones”.

La directora Angélica Sanhueza manifestó que si a pesar de la contingencia y de todos los esfuerzos que hagan los establecimientos de salud por brindar la mejor atención a los pacientes, los usuarios consideran que sus derechos han sido vulnerados o no están conformes con algún procedimiento, existe un protocolo establecido por ley para acoger estas inquietudes, a través de la Oficina de Ingreso de Reclamos y Sugerencias (OIRS).

Además, explicó, en el caso de que este reclamo o sugerencia no sea respondido en un plazo de 15 días establecido por la ley o que la respuesta no sea satisfactoria, el usuario puede recurrir a la Superintendencia de Salud.

PACIENTES TAMBIÉN TIENEN DEBERES

Otro tema que se abordó en el programa radial, fueron los deberes de los pacientes, que no están tan internalizados como los derechos, según comentaron los expertos.

“El principal es conocer y cumplir los reglamentos internos de las instituciones. Claramente este es un deber que se hace un tanto complejo, ya que la gente por lo general cuando acude a un centro hospitalario no llega preguntando cuál es el reglamento interno. Pero se mantienen señaléticas visibles para que se pueda ver qué es lo que está permitido o no está permitido en los hospitales”, manifestó el abogado del HEP.

La doctora Mónica Cevallos, en tanto, relevó desde el punto de vista clínico, el deber del paciente de entregar información veraz y fidedigna al personal de Salud respecto a su enfermedad. “Es muy lamentable cuando hay pacientes que a veces ocultan algún tipo de información, como dependencia a sustancias, por ejemplo. Son antecedentes de suma relevancia, porque aquello puede incidir en la evolución de un cuadro clínico”.

Agregó que “es un deber muy importante porque esta información clínica previa, como conocer si el paciente fuma, es alérgico o consume drogas, afecta el desenvolvimiento de la enfermedad de la persona. Para los médicos es fundamental que conozcamos estos antecedentes y así poder tomar decisiones terapéuticas acertadas”.

Finalmente, la directora Angélica Sanhueza resaltó el deber de los pacientes de entregar un trato respetuoso y digno al personal de Salud que los atiende. “Evidentemente, esta es una práctica que debe ser recíproca y aplicada con esmero”.