Jefe de Medicina del HEP Dr. Alberto Botto fue reconocido por su destacada trayectoria como académico de la Universidad de Valparaíso
El jefe del Servicio de Medicina Interna de nuestro hospital Dr. Eduardo Pereira (HEP) de Valparaíso, Dr Alberto Botto Oakley, obtuvo el “Premio a la Trayectoria en el departamento de Medicina Interna de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso”, en una ceremonia a la cual asistieron la directora del HEP, Angélica Sanhueza y la subdirectora Médica, Dra Mónica Cevallos.
El Dr. Botto, médico internista, cardiólogo y docente universitario, se desempeña como jefe del Servicio de Medicina Interna del HEP hace 20 años. Anteriormente, fue médico general de Zona en La Calera y posteriormente realizó su beca de Medicina Interna en la Universidad de Chile, en el hospital Barros Luco, donde se dedicó a la cardiología, en particular a la hipertensión arterial. Al concluir su beca, en 1984, ingresó a trabajar al Sanatorio de Valparaíso (actual HEP). Desde ese momento, inició también su carrera docente, participando en la formación de alumnos de cuarto año de la carrera de Medicina y en el monitoreo de internos. En 2003 asumió como coordinador de Becados de Medicina Interna. El Dr. Botto además, Hijo Ilustre de la Ciudad de Valparaíso (2017).
La presentación del Dr. Botto estuvo a cargo de la doctora Teresa Veas, también profesional del HEP, quien recordó que el facultativo distinguido “cada vez que recibe a becados en nuestro hospital, lo primero que les transmite es que el amor al prójimo es la esencia de la Medicina y por lo tanto, siempre les exige ante todo, respeto y dedicación a los pacientes”, agregando que “ha compartido su tiempo y sus experiencias con numerosas generaciones de médicos en un ambiente siempre cordial”.
Por su parte, el homenajeado repasó sus inicios en el HEP y las distintas etapas cumplidas, como por ejemplo, que “desde 1998 asumí la formación de futuros especialistas en Medicina Interna. “24 generaciones (aproximadamente 150 residentes) que eligieron esta especialidad. Durante el primer año de la formación, nos sumergimos en las raíces de la medicina Interna, para aguzar y pulir las habilidades que ningún progreso tecnológico ha logrado hasta ahora sustituir y vamos poco a poco emergiendo desde esas raíces para llegar al extremo de la rama más fina de este frondoso árbol que es nuestra querida especialidad”.
Agregó que “durante tres años les enseñamos a buscar la verdad del conocimiento científico en los libros, pero nos damos también un gran espacio para consolidar valores como la lealtad, la veracidad, el compromiso, la empatía, el amor al prójimo, la humildad y tolerancia para aceptar nuestras falencias”.
Finalmente el doctor Alberto Botto agradeció el reconocimiento y sostuvo que “el mundo requiere con urgencia médicos que traten pacientes y no solamente enfermedades.